Este es el típico postre que serías capaz de reconocer incluso con los ojos cerrados. Si lo que buscas es sabor, aquí lo encontrarás. Es un kéfir muy especial gracias a la leche de cabra, que le otorga una intensidad muy característica. Está tan bueno que no sabrás a qué hora del día tomarlo: para desayunar, para merendar, de postre o como una cena ligera.
KÉFIR DE CABRA
Leche de cabra pasteurizada*, fermentos lácticos.
*Procedentes de agricultura ecológica.
Origen de la leche: España.